Cuando los temporales azotan, las previsiones nos advierten de lluvias y vientos fuertes que podrían dificultarnos la conducción. Y en estas situaciones es cuando debemos tener más en cuenta que la DGT nos da consejos vitales para conducir con viento.
Para algunos el viento puede parecer un fenómeno meteorológico menos peligroso que los chubascos o el granizo. Sin embargo, la realidad es que no hay que tomar a la ligera el viento y relajarnos al volante.
Y es que tienes que considerar que la fuerza que puede llegar a alcanzar es capaces inclusive de modificar la trayectoria del coche, pudiendo causar accidentes o salir de la vía, este es un punto importante para aprender a conducir con viento.
El viento puede transformarse en una amenaza invisible. Una amenaza que muchas veces resulta imposible de prever y que es capaz de alcanzar velocidades amenazadoras 70, 80 o hasta 100 km/h.
Si los factores de lluvia y viento se mezclan lo más recomendable es no manejar o en todo caso, disminuir al máximo la velocidad. Aunque a veces hacer esto no es posible y por ello, la clave está en saber cómo conducir cuando enfrentamos este tipo de situaciones.
En el caso de que sucedan algunas de estas circunstancias, es importante seguir las recomendaciones dejadas por la Dirección General de Tráfico.
3 recomendaciones de la DGT para conducir con viento
Si es inevitable que emprendas tu viaje en días con vientos intensos una de las principales recomendaciones es que circules con marchas cortas y adaptes tu velocidad a la fuerza del viento.
Presta atención a las mangas que se encuentran repartidas por toda la vía y de no ver ninguna, mira cuál es el movimiento de la vegetación. Toma esta recomendación como una de las primeras acciones que debes hacer en esta situación.
1. Sujetar el volante
Ante los vientos fuertes debes sujetar el volante con las dos manos y con firmeza. Pero no olvides que de acuerdo a la DGT la posición reglamentaria para tomar el volante es colocando las manos a las 10:10.
Y si las rachas fuertes embisten tu vehículo lateralmente, procede a girarlo en la dirección contraria al viento que te golpea.
2. Suavidad en las maniobras
No realices ningún movimiento brusco cuando estés al volante. Nada de acelerones repentinos, frenadas, giros o cambios de carril, ya que la brusquedad podría comprometer la estabilidad del coche y volver la marcha aún más inestable.
3. Atención al efecto pantalla
Al atravesar un túnel o rebasar un vehículo voluminoso debes prestar mucha más atención debido a que podría darse el llamado “efecto pantalla”. Esto significa que el viento comenzará a dejar de afectar tanto al coche y pasará a acercarse al otro vehículo de mayor volumen.
Y es justo en este momento debes colocar el volante recto. En el instante en que lo superes, el empuje del aire regresará y deberás a volver a corregir la dirección del coche.
Otros consejos para manejar con viento
Además de los tres consejos principales de la DGT para manejar con viento, tráfico ofrece otras recomendaciones para lidiar con este tipo de condiciones climáticas.
No manejes
Es el consejo más simple y a pesar de esto, el menos escuchado en muchas situaciones. Antes de emprender la marcha tienes que consultar la previsión meteorológica y si las previsiones son vientos, chubascos o granizo, piensa si es realmente necesario que conduzcas.
Si la velocidad del viento es mayor a 70 km/h, lo más prudente es que te saques la idea de conducir el coche y lo dejes tranquilo en casa. La principal razón es que claramente es peligroso y consumirás combustible.
Si optas por seguir la recomendación de no manejar te ahorrarás muchísimos riesgos y estar en situaciones
Circula por el centro del carril
Lo más recomendable es que circules por el centro del carril. Si llevas tu vehículo hacia uno de los dos extremos alguna ráfaga de viento inesperado podría hacer que invadas el carril contrario o que termines en la cuneta.
Ten mucho cuidado con las carreteras secundarias, ya que por ser más estrechas que las normales pueden llegar a dificultar tu capacidad de reaccionar.
Revisa la presión de los neumáticos
Siempre debes revisar cuál es el estado y la presión de los neumáticos, sobre todo cuando las condiciones climáticas con desfavorables.
Cuidado con los objetos en la carretera
Tienes que mantenerte en todo momento alerta a cualquier objeto que pueda aparecer en la carretera. Cuando hay fuertes vientos es muy común que se vean rodar por la carretera objetos como bolsas de plástico.
De igual manera, debes ser muy cuidadoso con los posibles desprendimientos que en este tipo de situaciones son muy habituales.
Intenta averiguar la dirección del viento
Descubrir la dirección del viento es clave para poder reaccionar de manera más acertada y más rápida. Y puede que no te parezca tan fácil determinar cuál es su dirección, pero hay un truco que te servirá para averiguarlo.
Si tu coche está teniendo más dificultades de lo habitual para proseguir su marcha, entonces el aire está golpeándote de frente. Pero si tu coche empieza a ir más ligero, significa que el viento está empujando por la parte trasera.
Aunque en la carretera lo más común es que el viento te golpeé de forma variada y de acuerdo a las curvas del camino tu posición irá variando, así que debes tener mucho cuidado porque podrías estar expuesto a perder el control con facilidad.
El viento racheado es uno de los más peligrosos, siendo responsable de diversos accidentes ya que sus cambios en la fuerza afectan la estabilidad del coche.
Disminuye la velocidad y sigue marchas cortas
Una de las reglas fundamentales para conducir cuando los vientos amenazan la estabilidad de tu vehículo es que tengas más precaución y conduzcas con menos velocidad.
Si sigues esta norma tu vehículo tendrá un mejor agarre a la carretera y de ocurrir una ráfaga fuerte, podrás reaccionar de inmediato. Y si conduces con marchas cortas tu capacidad para controlar el coche se incrementará.